miércoles, 10 de septiembre de 2014

UNA TARDE
Mi cuerpo
Sintió la necesidad
De quitar
El velo que lo cubría.
Se acentuaban
Mis caderas y mi busto
Mis bellas piernas
Todo una armonía espectacular.
Poco a poco
Mi excitación
Te tiraba a ese abismo
Del pozo del amor.
Donde delicadamente
Paseabas tu lengua
Hasta perder la noción del tiempo
Y terminar cubierto de amor eterno.
Llegábamos al éxtasis
De la locura
Donde los dos
Dejamos fluir nuestros instintos.
Dios nos dio todo perfecto
Para ser admirado con respeto
Amado y valorado
Y es un templo bello.
DERECHOS RESERVADOS DE YOLANDA ESGUERRA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario